"Me costó más de 150 mil pesos, y eso que tengo 20 años de experiencia contratando" - mencionó Nava.
"¿Qué pasó?" - pregunté.
Su respuesta fue clara: "Es muy difícil encontrar buenos elementos. O al menos me ha costado más trabajo últimamente".
"Pero tienes un equipo de Capital Humano, ¿por qué no lo filtraron?" - quise saber.
"Sí, pero no entienden bien cuando alguien está alardeando".
En la empresa de Nava habían contratado un Gerente de Desarrollo con un sueldo de $60,000 MXN mensuales. Ni siquiera llegó a los tres meses de prueba que se otorga a los nuevos elementos.
Parecía que el ahora extrabajador dominaba la tecnología solicitada por la empresa, pero el conjunto de actitud y falta de conocimiento en áreas básicas de la tecnología provocaron su salida.
Para la empresa fue una pérdida de tiempo y dinero. Tuvieron que empezar de nuevo.
Veamos otro ejemplo.
En una empresa de Telecomunicaciones en crecimiento, los requerimientos de los usuarios de aplicaciones como Cobranza o Facturación u otros se dan todos los días. Dada la complejidad del sistema de Facturación, se contrató a una consultora europea para satisfacer la demanda de cambios.
Dentro de los consultores asignados, se encontraba Valentín, un joven de Rumania con una gran actitud de servicio y capacidad de resolución. Entendía del negocio, sus programas estaban bien construidos, bien documentados y el tiempo de respuesta era inmejorable.
Encontró la oportunidad de establecer su consultora y pronto tuvo varios clientes en toda América Latina.
Uno de los proyectos en México fue cancelado por cambio en la estrategia, pero los programadores que contrató Valentín habían trabajado aproximadamente seis meses. No obstante, la compañía había aceptado pagar el trabajo que se había realizado.
Cuando el Project Manager regional le pide al equipo de programadores las pruebas de lo que habían desarrollado, ya que lo necesitaban como evidencia para el cobro, le contestaron que no las habían documentado.
"Bueno, pásenme la documentación de diseño" - les solicitó el PM
"Tampoco la tenemos".
El PM les comentó que solamente podían cobrar a la empresa si se le comprobaba que se hizo el trabajo, pero los programadores le dijeron que ahí estaban los programas. Como no era suficiente, les pidió que generaran la documentación necesaria, incluso si tenían que quedarse tarde a trabajar.
Al siguiente día, uno de los programadores le llamó al PM: "Queremos que nos ayudes a que nos paguen las horas extras por quedarnos".
El PM no lo podía creer, y le respondió que lo veía difícil porque era su trabajo haber generado la documentación.
"No sabíamos que teníamos que hacer eso" - sentenció el programador.
En América Latina y en México concretamente, el nivel de conocimientos de la gran mayoría de los estudiantes o los egresados en las carreras de Informática, Computación y afines es más bajo que el que las empresas esperan para insertarlos en el mercado laboral.
No es un problema menor, ya que una parte importante de los trabajadores que logran ingresar a una empresa no se actualizan ni aprenden habilidades necesarias para convertirse en profesionales de tecnología, dando lugar a productos de calidad mediana y problemas con los plazos de entrega y actualizaciones.
Según Salesforce.com, México se ubica en el lugar 47 en el índice de habilidades digitales (1). También, de acuerdo con Techcrunch, revista influyente de tecnología en los Estados Unidos, solamente el 20 % de los graduados en tecnología en México tiene calificación aceptable (2).
Y un estudio realizado por un periodo de cinco años por el CENEVAL, los programas educativos de Ciencias de la Información, Ingeniería en Computación, Ingeniería en Sistemas Computacionales y Licenciatura en Informática tuvieron un desempeño "poco motivante" ya que el 50.7 % de los participantes no tuvo un desempeño suficiente (3).
La educación juega un papel vital en la problemática. ¿Cuál es la situación del mercado de educación en Tecnologías de la Información en México?